jueves, 1 de diciembre de 2011














Ver el acantilado de Seven Sister... fue un momento culminante en mi vida, nunca había visto un lugar más bonito.
Antes de nada decir que llegar hasta ese sitio fue bastante duro, como 1:30h andando, subiendo colinas sin saber a donde acabarías, fue bastante frustrante, pero todo fue increíble cuando llegamos, hubo segundos de silencio, íbamos un grupo muy numeroso, pero creo que a todos nos causo tanto impacto que nos quedamos sin palabras y permanecimos así para disfrutarlo y pensar en silencio. Era la pura perfección, también diré que me gustó tanto que a la semana siguiente volví a visitarlo, pero no fue la misma sensación, los paisajes no se mantienen igual, el mar se mueve, unos días hay niebla y parece que el agua y el cielo se junta con el mar (así fue la primera vez) y no ves más allá del horizonte.. y otra simplemente está despejado y disfrutas del sol sentada y mirando al horizonte (así fue la segunda vez).
Tengo la ilusión de volver algún día y entonces disfrutarlo con la gente a la que quiero.

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