miércoles, 12 de enero de 2011

Queda a mis espaldas, creo…tus jadeos en mi cuello. Ser pequeño puede estar tan lejos. Ser pequeño es digno de admiración.

Vamonos… Vamonos a pintar la ciudad de rojo, regalar sonrojos, quitar el cerrojo..

Vamonos… Vamonos al ascensor parado, al vagón de metro, al mejor momento, vamonos..

Y cierro otra puerta y adiós decepción y abro otra opción y entra la sangre..

Joder, ¡y eso que aun no te conozco!


Manifiéstate de súbito, choquémonos como por arte mágico un miércoles, pidámonos disculpas, intentemos tirar el muro gélido diciéndonos las cuatro cosas típicas.. Invitémonos a bebidas alcohólicas…

Escúchame decir cosas estúpidas y ríete…

Sorpréndete valorándome como una oferta sólida y a partir de ahí, quiéreme..

Acompáñame a mi triste habitáculo. Relajémonos y pongamos música. De pronto, abalancémonos como bestias indómitas. Mordámonos, gritémonos, permitámonos que todo sea valido..

Y sin parar follémonos. Follémonos hasta quedar afónicos..

Unamos nuestro caminar errático, descubramos restaurantes asiáticos..

Comprémonos un piso. Hipotequémonos. Regalémosle nueve horas perdidas en trabajos insípidos… y mientras todo ocurra, solo quiéreme..

“Ojalá, ojalá como dijo aquel filosofo, el tiempo sea cíclico y volvamos

Reencarnemonos en dos vidas idénticas y cuando en el umbral redescubierto de una noche de miércoles pretérita tras chocarme contigo, girándote, me digas: uy, perdóname, ruego que permita al Dios autentico que recuerde el futuro de este cántico, y anticipándolo, pueda mirarte directo a los ojos y conociéndolo muy bien, sabiendo el devenir de futuras esdrújulas, destrozando de un pisotón mi brújula te diga: Solo quiéreme”.

Joder, ¡y eso que me muero de ganas de poder conocerte!

No hay comentarios:

Publicar un comentario